Cuantas veces he oído esta frase. Es la frase favorita de los gurus de las relaciones públicas. Que si es vulgar, que si es demasido obvio...
Pues no, no ha muerto, y para prueba un botón.
Ayer LV hizo una fiesta en el Guggenheim para “inaugurar” la exposición de Takashi Murakami y se llevó a todo el famoseo desde Madrid a Bilbao en un jet privado.
Ambiciosa, sorprendente, colorista. Así es la nueva exposición del Guggenheim dedicada al trabajo del japonés Takashi Murakami y compuesta por más de 90 obras procedentes de distintos medios: pintura, escultura, diseño industrial, animación y moda.
Su trabajo, una explosión de colorido y a la vez llena de precisión, es una mezcla de influencias: el surrealismo, el arte pop, la tradición pictórica japonesa, pero sobre todo el anime (dibujos) y el manga (cómic).
Y a verdad es que todos, todos los famosos pasaron por el fotocall. Pero tengo que decir que en esta ocasión era un fotocall muy original.
Dicen que el dress code era: negro e invisible. Y dicen que esta será la fiesta del 2009.
Yo me reitero, no se si será la fiesta del año o no, pero es la demostración que el fotocall no ha muerto si no de que hay que currárselo un poco más y hacer algo a lo que merezca la pena sacarle una foto. Los famosos… ya vendrán después.
Pues no, no ha muerto, y para prueba un botón.
Ayer LV hizo una fiesta en el Guggenheim para “inaugurar” la exposición de Takashi Murakami y se llevó a todo el famoseo desde Madrid a Bilbao en un jet privado.
Ambiciosa, sorprendente, colorista. Así es la nueva exposición del Guggenheim dedicada al trabajo del japonés Takashi Murakami y compuesta por más de 90 obras procedentes de distintos medios: pintura, escultura, diseño industrial, animación y moda.
Su trabajo, una explosión de colorido y a la vez llena de precisión, es una mezcla de influencias: el surrealismo, el arte pop, la tradición pictórica japonesa, pero sobre todo el anime (dibujos) y el manga (cómic).
Y a verdad es que todos, todos los famosos pasaron por el fotocall. Pero tengo que decir que en esta ocasión era un fotocall muy original.
Dicen que el dress code era: negro e invisible. Y dicen que esta será la fiesta del 2009.
Yo me reitero, no se si será la fiesta del año o no, pero es la demostración que el fotocall no ha muerto si no de que hay que currárselo un poco más y hacer algo a lo que merezca la pena sacarle una foto. Los famosos… ya vendrán después.
No hay comentarios:
Publicar un comentario