jueves, 29 de julio de 2010

La nueva comunicaciòn de masas

No se si os lo he contado pero yo tengo un pasado publicitario.

En algún momento de mi carrera trabajé en publicidad y de aquella época aun me quedan recuerdos, hábitos y costumbres.Sigo viendo los anuncios y analizándolos y cuando veo alguno que me gusta los veo una y otra vez.

Os voy a hablar de la “viralidad”. ¿Por qué? Por que creo que es el presente en cuanto a comunicación publicitaria y creo que las marcas de lujo deberían mirar y prestar atención a este tipo de acciones. Son efectivas y baratas ( por lo tanto se ajustan a todo tipo de presupuestos) y sobre todo tienen un elemento en el. que el lujo se mueve como pez en el agua, el boca a boca.

Un vídeo viral es algo extremadamente raro y que es casi imposible de producir de forma premeditada. Los vídeos virales existen, lo que no existe es una forma probada de producirlos; está demostrada la imposibilidad de producir de forma premeditada un vídeo que, después de ser enviado a un grupo reducido de personas, logre ser re-enviado a una tasa tal que finalmente millones de personas lo vean para, sin coste incremental alguno, lograr ser realmente viral.

Sin embargo, existe una alternativa a los vídeos virales: en lugar de enviar el vídeo a una pequeña cantidad de personas con la esperanza de que se convierta en viral, una idea mejor es “sembrar” el vídeo en una cantidad grande de personas y agregar algún elemento que incite a re-enviarlo. Dichas campañas con una gran exposición inicial y un funcionamiento sub-viral carecen del “glamour” de una campaña viral pero tienen la gran ventaja de ser relativamente predecibles y simples de implementar. Todo lo que una empresa necesita es acceder a una cantidad alta de personas y una herramienta o razón que permita el reenvío.

El primer elemento de los vídeos sub-virales –la gran exposición inicial- está bastante claro. Basta con acceder a un grupo suficientemente grande de la audiencia, utilizando TV, marketing directo o cualquier otro medio masivo para que muchas personas vean nuestro vídeo (cuanto mayor sea la exposición inicial, el vídeo menos dependerá de la tasa de re-envío).

El segundo elemento –la posibilidad o motivo de ser re-enviado- es un poco más complejo. Tradicionalmente se busca algún elemento en el contenido que logre cierta conexión emocional con la audiencia (ya sea humor, drama, efectos especiales, etc.) que justifique la motivación y el esfuerzo de ser compartido.

Cuando se combinan los dos elementos se logra un vídeo exitoso, que maximiza su cobertura con una difusión sub-viral atractiva.

Os voy a poner un ejemplo de estrategia muy bien ejecutada.

Todo comenzó cuando la empresa produjo el siguiente anuncio, llamado `El hombre como el que tu hombre podría oler´ (“The man your man could smell like”) que fue emitido por primera vez durante el Super Bowl en Febrero de 2010.



El protagonista del anuncio es el actor y ex jugador de futbol americano Isaiah Mustafa y el mensaje básico que da al público femenino es: “si su hombre no puede ser tan apuesto como yo, al menos puede oler como yo” mientras ilustra de forma totalmente bizarra los supuestos íconos sexys de las mujeres (por ej, un hombre con el torso desnudo montando a caballo) con cierto tono machista despreocupado.

Al emitir el anuncio durante el Super Bowl, la empresa logró que un gran número de personas estuvieran expuestas al mensaje original. Además, en seguida subieron el anuncio a sitios como Twitter y Facebook, donde el anuncio comenzó a ser comentado y re-enviado a otros usuarios.

El anuncio contó así con los dos elementos básicos que debe tener un anuncio para lograr una dispersión sub-viral suficientemente atractiva.

En primer lugar, al aparecer en el evento anual con mayor audiencia de la TV americana, logró una gran exposición inicial

Además de la alta exposición inicial, el anuncio contó con el segundo elemento para lograr un nivel de reproducción sub-viral suficientemente atractivo ya que, apenas fue emitido durante la tanda comercial del Super Bowl, la empresa subió el vídeo a Internet con la posibilidad de ser comentado y compartido a través de Facebook y Twitter. Pero estas herramientas son solo una condición necesaria, no suficiente, para que el vídeo sea re-enviado entre usuarios. Para lograr esto último es necesario tener un contenido distintivo y el anuncio de Old Spice definitivamente tenía esa característica.

El anuncio está orientado tanto a los hombres como a las mujeres, porque si bien los hombres son los que usan el producto, en muchos casos son las mujeres quienes deciden la marca de jabones y gel de baño en el hogar” por esa razón apelaron a una idea que atrajera tanto a hombres como a mujeres.

Está muy bien logrado el ritmo, que no decae en todo el anuncio, y mantiene a la audiencia bien arriba, todo el tiempo apoyado por ese monólogo estúpidamente gracioso. Más allá del tono bizarro, parte del atractivo del anuncio que nos hace mirarlo una y otra vez es su filmación, una curiosidad es que está filmado en una sola toma(!!)

En lugar de simplemente crear un anuncio, emitirlo durante el Super Bowl, subirlo a Internet y esperar a que fuera diseminado en las redes sociales, los autores tuvieron una idea genial: ¿por qué no seleccionar varios de los comentarios que el vídeo estaba teniendo en las redes sociales (YouTube, Facebook, blogs) y responder a cada uno usando al mismo actor del anuncio?

Es así que contrataron nuevamente a Isaiah Mustafa para que filmara vídeos cortos pero con guiones muy divertidos que seguían construyendo sobre el mensaje del anuncio original.

Durante 2 días la empresa llegó a producir 205 vídeos contestando a los comentarios de simples usuarios, aunque entre ellos, también había estratégicamente ubicadas algunas contestaciones a personajes famosos como Alyssa Milano, Demi Moore (con el alias Mrs Kutcher), Kevin Rose (el fundador de Digg), Guy Kawasaki, algunos blogs (como por ej. Gizmodo) e incluso otras empresas que dejaban comentarios desde sus perfiles en Facebook (por ej. Starbucks o Gillete). Incluso llegaron a responder solicitudes inusuales como la que hizo Johannes Beals, un desconocido productor con solo 218 seguidores en Twitter, quien le pidió al hombre de Old Spice que le hiciera una propuesta matrimonial a su prometida en su nombre (la cual generó una de las pedidas mas peculiares de la historia). Todas las respuestas se pueden ver en el canal de la marca en You Tube.

Como resultado, explotó la viralidad, logrando que el canal de Old Spice en YouTube tuviera más de 99 millones de visitas, así como 651.000 seguidores en Facebook y 86.000 en Twitter.

Estos vídeos han roto una nueva barrera del marketing interactivo y nos muestran cómo, de manera creativa, se puede lograr un nivel de viralidad bastante aceptable.

Pero aún más importante nos han mostrado una nueva dirección hacia dónde puede evolucionar la publicidad. La combinación de los valores de producción de la TV con los tiempos y la interactividad de los medios sociales, el tono despreocupado e informal del personaje totalmente alineado con el carácter de Internet, la despreocupación de la compañía y la libertad con que dejó producir todo el contenido, la retroalimentación del contenido en tiempo real en base a la reacción de la gente en la red, todos son elementos revolucionarios que prometen cambiar la publicidad tal como la conocemos.

En definitiva, la campaña de Old Spice logró el ideal al que todo anunciante debería aspirar: una exposición realmente masiva multiplicada en su cobertura por una gran creatividad en la red.

Está claro que una empresa como P&G tiene los recursos para poder encarar este tipo de campañas (tan solo en el 1er trimestre de 2010 la marca invirtió 11,4 millones de dólares en publicidad en EE.UU) pero los principios básicos pueden ser seguidos por cualquier compañía, adaptando el nivel de cobertura al presupuesto disponible.

jueves, 22 de julio de 2010

Matemos al osito


Hoy voy a dejar mi tono habitual políticamente correcto para ser mordaz.


¿Sabéis esas ocasiones en las que veis a una persona por primera vez y los gestos y las palabras se contradicen y no sabes que impresión llevarte? ¿Os ha pasado alguna vez?

A mi si.

Seamos honestos, todos nos hacemos una primera idea/impresión de una persona cuando la conocemos por los cinco primeros minutos de conversación y por su aspecto. Ya es famoso ese dicho de “no hay una segunda oportunidad para crear una buena primera impresión”.

Pero, ¿qué pasa cuando nos encontramos en frente de alguien que pretende ser elegante y va cargada de detalles horteras hasta los dientes?. Yo me mantengo lo más callada que puedo y observo, sin más. Almaceno en mi retina todos esos detalles y procuro no decir nada, porque al fin y al cabo mi opinión es mia y no tengo que molestar a nadie con ella si no me la piden (pero el blog es otra cosa, aquí habéis venido voluntariamente a leerla)

Me exaspera sobremanera el osito de Tous. Un osito ñoño, aburrido, cargante porque está en todas partes y por si no fuera suficiente con el auténtico, encima falsificado hasta la saciedad.

Todavía recuerdo con asombro la primera vez que entré en un Corte Inglés y vi una autentica marea humana alrededor del punto de venta de Tous, tanta gente que daba la sensación de estar en una frutería o algo así y por si fuera poco para asegurarse de que la sensación de pescadería se pareciese lo más posible a la realidad habían instalado un turnomatic (si uno de esos aparatos rojos para coger un número y hacer cola). Nada más lejos del lujo y más cerca de lo vulgar.Y por supuesto salían todas ( y todos, que ellos además lo regalan) con su oso en formato anillo, colgante, bolso o lo que sea para llevarlo bien visible.

Desde entonces (bueno miento quizá desde antes) mi animadversión hacia el osito es inconmensurable. Solo mejoró un poco cuando contrataron a Kylie para hacer su campaña de publicidad. Pero poco duró mi admiración, sólo la primera campaña, porque la segunda fue un bodrio.

Dicho esto, y ahora que ya he dejado claro que Tous me produce urticaria creo que voy a crear un club en Facebook que se llame “matemos al osito”, eso si no existe ya.