martes, 29 de enero de 2013

Pop Up Store, o el arte de estar en el sitio adecuado en el momento adecuado





















Una de las nuevas tendencias del mundo del lujo que más me llama la atención últimamente es esto de las llamadas Pop Up Store.

Es algo así como el arte de abrir un punto de venta temporal en un lugar con el tráfico adecuado y en el momento correcto. Osea, lo que las abuelas llamarían el don de la oportunidad. Es decir, ¿a mi de que me sirve tener una tienda de sandalias abierta todo el año en Ibiza cuando el grueso de compradores sólo está en la isla entre Junio y Septiembre?
Mejor voy, abro, vendo, cierro y me llevo la pasta,no? Pues esta es básicamente la estrategia.

Además una pop-up store no es sólo una tienda, es un espectáculo y una manera de hacer algo que especial y extravagante que no se podría hacer en un establecimiento convencional. Son una manera de hacer vivir experiencias al cliente de manera única, de sorprenderle una vez más. Los espacios suelen ser singulares, poco usuales y muy atractivos.
Es una oportunidad de probar conceptos, de expresar la marca, de hacer algo memorable que normalmente no harías por cosas tan terrenales como "los gastos de mantenimiento".

El riesgo es limitado, porque las localizaciones suelen ser buenas y si no funciona es un compromiso de semanas o meses de duración, no más.

Después de ver abrir alguna que otra Pop Up Store con más o menos éxito os digo cuales creo yo que son las claves del exito:

-La localización adecuada. Fácil
-El momento adecuado. Fácil
-El surtido adecuado Fácil? Yo ya he visto algún que otro fracaso por tomar al consumidor por tonto. Cuidado, gente de paso no significa gente sin criterio. Por cierto una Pop Up Store no es un sitio donde deshacerse de lo que no vendes.
-El equipo adecuado. Dificil. Si quieres que funcione asígnale el proyecto a alguien que tenga mucho que ganar con él. Lanzar un Pop Up store supone una cantidad ingente de trabajo, antes durante y después. No cometas el error de dárselo a alguien que no le motiva o que lo lanza y se olvida.

 Nueva York, París o Milán son ciudades con una gran tradición en el terreno de las pop-up store. Prada, que durante el pasado año montó su propia tienda efímera en París, o Comme des Garçons, una firma pionera en la práctica de pop-up store, que apostó en sus inicios por ciudades alejadas del circuito de la moda como Beirut, Barcelona o Atenas.

Hermès abrió su primera tienda el pasado mes de Mayo a dos calles de su templo parisino, en Rue de Sevres. Un espacio de 80 m2 dedicado exclusivamente al calzado femenino. Sólo estuvo abierta dos meses.
Según Patrick Thomas, presidente de Hermès International,que ha inaugurado varios espacio efímeros en años anteriores, “se trata de una manera interesante de llegar a nuevas categorías de consumidores. El abrir una ‘tienda temporal’ es un buen modo de saber si contamos con clientes potenciales en una determinada área”.


Y Hublot hizo lo propio durante el gran premio de F1 en Singapur, con un majestuoso espacio en un centro comercial de la ciudad que estuvo abierto tan sólo 10 días.

Chanel abre en Saint Tropez todos los veranos un espacio en el Hotel La Mistralée.

 Esta nueva tendencia, que permite a los creadores expresar su creatividad y nuevos conceptos, también está proliferando en otras grandes capitales como Tokio, Hong Kong, Londres, Moscú o Berlín. Veremos cómo evoluciona.