martes, 31 de marzo de 2009

Cuando lujo no significa necesariamente buen gusto



La verdad es que habla por si mismo, pero ¿qué os voy a decir?. No he podido resistirme.

Creo que esta crisis en la que estamos inmersos si que está teniendo una consecuencia positiva, está cambiando nuestra perspectiva de lo lujoso. Ya no se valora la ostentación.
Hemos pasado de un staus quo en el que observar como unos pocos se gastaban sus fortunas servía de diversión a unos cuantos, a un momento en el que tanto derroche se empieza a ver como una muestra de mal gusto.
Resumiendo, la casa será carísima, pero a mi no me puede parecer más fea. Claro que, si amueblan con el mismo mal gusto que la han construido igual tengo de desdecirme de la frase anterior...

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