martes, 14 de septiembre de 2010

Diez razones por las que cada vez me gusta menos las marcas de lujo globales


1. Porque son tan reconocibles que existen imitaciones
2. Porque se pueden comprar casi en cada ciudad del mundo ( habéis estando en Hong Kong? hay al menos 8 tiendas de LV, parece Zara).
3. Porque con eso de democratizar el lujo han hecho que todo el mundo pueda tenerlo, ya no es tan lujo.
4. Porque enseñar logo me está empezando a parecer vulgar.
5. Porque empiezo a encontrar un  placer perverso en llevar una marca de lujo tan poco conocida que solo algunos reconocen. Me parece como un idioma para entendidos.
6. Porque confunden lujo con tendencia y duran poco en nuestro armario, enseguida nos cansamos de verlo.
7. Porque el lujo artesanal, local, me hace sentir que llevo un tesoro en las manos. El lujo global me parece impersonal.
8. Porque son marcas devoradas por fashion victims ávidas de reconocimiento.
9. Porque estoy empezando a dudar que la calidad justifique esos precio, la artesanía si.
10. Porque cuando llevo un bolso muy caro y muy reconocible, siento que me hace mayor.

3 comentarios:

  1. Estoy bastante de acuerdo contigo. Da bastante grima cuando vas a cualquier cuidad del globo y, además de Inditex, H&M y demás de medio pelo, ves un LV, Hermès, Gucci y demás en cada esquina. El problema, además, es que van todos en el mismo saco y no es lo mismo el trabajo artesanal de una línea de la marca, con el que hacen con el pret a porter. Así, si te das cuenta, al final, lo que perdura como lujo de verdad son los productos que hicieron de la marca un símbolo. Es decir, nadie se queda con los vestidos de Vuitton o las joyas de Hermés, pero sí con sus maletas, baúles o piezas de cuero, que son las caras, las que realmente no se encuentran en todos lados porque son limitadas o por encargo.

    También me declaro antilogo, de ahí que le tenga tanto aprecio a Bottega Veneta, por ejemplo, o a marcas de sastrería como Tautz O Ibérico, que no ponen nada o acaso un bordado pero, como no las conoce nadie, es como si no lo llevaras. Además, lo del logo gigante... pues como que no es para gente que aprecie realmente la calidad de la moda, sino para los que le basta con la apariencia de la marca.

    Yo no digo que haya que renunciar a estas marcas y volver a los artesanos en plena calle reunidos por gremios pero... cuando encuentras uno de estos en una pequeña tienda escondida, ¿no te sientes como que has descubierto un tesoro y, a pesar de que luego no son tan desorbitantemente caros -ojo, que tampoco baratos-, los veneras igual o más que si te hubieras comprado un Prada o un Fendi?

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  2. Impecable el blog.
    Lo que lamento es no haberlo encontrado antes.
    He rastreado anteriores post y concuerdan, en su mayoría, con mi manera de pensar/actuar.
    A veces pienso que el lujo es un sentimiento, no por ponerse encima más dinero se convierte uno en lujoso.
    Magnífico tu viaje a Guatemala, si vuelves a esa zona yo te propondría que visitaras Roatán (Honduras). Ahora es mas accesible, antes era el paraíso de los submaniristas aventureros.
    Cuando viajo con tiempo (mínimo 10 días) la mitad esos días los ocupo en actividades que suelten adrenalina, que sienta que estoy en otro mundo, que me descompriman de mi actividad diaria, la otra mitad relax en los sitios mas recónditos posibles.
    Sri Lanka la Ceilán del té, es un sitio que me apetece pero la guerrilla me echa para atrás
    Seguiré visitando tu blog (con tu permiso) y dando mi modesta opinión, en lo que sepa.

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  3. Guau, eres auténtica, jajaja eso mismo es lo que hago desde siempre, puedo llevar un bolso de firma de la misma forma que llevo una bolsa del día, no me da nada de glamur, pero Yo se lo que llevo no demuestro nada, simplemente me gusta.

    Besitos,milagros

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