viernes, 28 de mayo de 2010

El trekking más impresionante de mi vida

Si yo pudiese cambiar de profesión a estas alturas, una de las cosas que me plantearía sería ser reportero de Madrileños por el Mundo.

Buscaría madrileños hasta debajo de las piedras para poder viajar y visitar lugares y recorrerlos con la cámara y gente que me los enseñasen con el conocimiento de los locales pero con ojos de visitante.

Como no lo soy, viajo por mi cuenta y visito aquellos lugares que pienso que debo ver antes de morir.

Uno de esos lugares es La Patagonia.

En La Patagonia está el Parque Nacional de los Glaciares. No es que sea el único lugar del mundo donde hay glaciares pero es el único lugar del mundo donde se pueden visitar sin tener que hacer una “expedición” porque están verdaderamente al alcance de la mano. El más conocido de todos es el Perito Moreno.

Ver un Glaciar es una de esas cosas que impresionan. El poder de la naturaleza en estado bruto. Un glaciar no se forma por la congelación de agua en estado líquido (aunque parece un gran río petrificado) si no por la compactación de copos de nieve, y según la cantidad de oxígeno que se vea atrapada entre esos copos se ve más o menos azul.

La primera vez que vi el Perito Moreno pensé: “parece una avalancha de agua que se haya quedado petrificada cuando buscaba el mar”. Impresionante.

Luego lo ves de cerca y piensas, “madre mia que cantidad de hielo”. Pero lo mejor viene cuando te pones a hacer treking encima del hielo con unos ganchos. Es una sensación curiosa caminar cobre una placa de más de 70 mts de alto de hielo que tiene más de 700 años de edad. Piensas “fíjate, cuando estos copos cayeron aquí y se compactaron en España estábamos en plena reconquista”. En fin, esas cosas raras que le dan por pensar a uno cuando se encuentra con algo que le supera.

A mi, que odio el frío, me impactó. Y no dejéis de comer un buen asado patagónico si vais en Casimiro Biguá http://www.casimirobigua.com/.



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