jueves, 15 de septiembre de 2011

Myanmar II

















Leyendo mi post anterior me doy cuenta de que me he dejado lo mejor en el tintero.
Hoy he estado hablando con alguien que trabaja en una revista que yo definiría "de lujo con conciencia social". Eso unido a que justo antes he estado hablando con una persona que trabaja en una marca con una gran responsabilidad social, me han inspirado para escribir este post y volver sobre el tema.

Cuando uno viaja por el mundo tiene tiempo para reflexionar y yo en Myanmar no pude menos que hacer esta reflexión; "que afortunados somos por haber nacido en el primer mundo".

En Myanamr, he visto miseria, pero miseria alegre. Gente tan pobre que ni siquiera es muy consciente de lo pobre que es porque no pueden compararse con nada mejor.
Antes de empezar el viaje, al comprar la guía, leí; "razones para no ir, razones para ir". Las razones para no ir son claras, el embargo internacional apoyado y pedido por la oposición  al régimen militar. Las razones para ir son en mi opinión más potentes, no condenar a los myamarneses a más aislamiento del que ya tienen.
Es verdad que parte del dinero que gastas durante el viaje se va al gobierno ( en fees de entrada en los diferentes espacios) pero es verdad que una gran parte se va en la gente que vive ahí. Se trata de repartir tus gastos. Coger taxis o tuc tucs locales, comer en restaurantes no turísticos, comprar en los puesto, etc.
Una cosa que me llamó mucho la atención es que las tarjetas de crédito no funcionan. El sistema bancario casi no existe y tienes que llevar todo tu dinero encima y en dolares.
Eso si, peligrosidad o miedo a que te roben, ninguno. Aunque siempre intentan negociar de más en el precio de las cosas no he visto gente más honrada en lo que a lo ajeno se refiere.
Tampoco funcionan los móviles y a duras penas internet. El gobierno ha reducido el ancho de banda para que sea casi imposible colgar en youtube videos sobre lo que pasa ahí. Además durante los 14 dias que estuve allí no pude acceder a ningun blog y mucho menos publicar.
Dicen que en algún momento de tu viaje ( si viajas por libre) algún agente del gobierno ha seguido tus pasos. No se que deciros, si fué así yo no me di cuenta, la verdad. Aunque teniendo en cuenta que me moví en todo tipo de transportes ( como el de la foto) se tuvieron que desesperar.
No os cuento todo esto porque me quiera poner en plan activista política, no.... no es eso. Además este blog no es para eso.
Es más bien por que tenía que reflexionar un poco sobre el valor de las cosas, porque todo en la vida es relativo y esa relatividad le da mucho encanto a la vida.

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