viernes, 11 de abril de 2008

En lo más profundo de tu ser...

Desde hace tiempo se viene hablando de la "democratización del lujo" y de como las marcas de lujo han expandido sus gamas para llegar a públicos más amplios y así poder venderles la ilusión y los "valores" que su marca representan en forma de entradas de gama. Pero esta famosa democratización no se entiende sin entender primero cuales son los valores humanos que hacer que la categoría "lujo", "Premium", o como queramos llamarla, exista. Y estos no son ni más ni menos que el deseo primitivamente humano de sentirse diferente, especial, diferenciados, mejor...
Por supuesto cada uno puede desarrollar sus ansias de individualidad de una manera diferente y desde luego no a través de la posesión de algo material... pero tambien es cierto que desde que el mundo es mundo una de las cosas que más ha diferenciado a los seres humanos son sus posesiones, tener más y tener LO MEJOR. Y lo mejor suele ser muchas veces lo más caro, o más difícil de conseguir... De ahí que muchos busquen en ellas y en tener lo que nadie tiene parte de su individualidad o de su identidad. ¿Pobre?, ¿triste?, tal vez, pero totalmente intrínseco a la naturaleza humana.
Para muchos desde el principio de los tiempos tener lo mejor es ser mejor, tener lo que es diferente es ser diferente.
Que nadie me entienda mal, no es que yo me olvide de que una persona es muchísimo más de lo que posee. Eso no tiene discusión, pero es innegable que desde siempre los hombres hemos tendido a medir a los otros seres humano por lo que vemos a simple vista, que es lo externo y no su mavillosa riqueza interior (por otro lado muchísimas veces más difícil de valorar en tiempo y en esfuerzo). Le pese a quien le pese.
Por eso el lujo existe, para cubrir la necesidad de muchos de sentirse mejores teniendo lo mejor, de sentirse únicos teniendo algo único.

1 comentario:

  1. Hace poco leí que este proceso de 'democratización del lujo' caracterizada por una mayor accesibilidad a este tipo de articulos está provocando que ese afán de diferenciación se centre en el conocimiento. Este 'conocimiento' se traduciría en estudiar en determinados colegios, universidades, realizar Masters de prestigio, aprender diversos idiomas,... y este lujo sí que me resulta deseable!!!!

    Menade

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